Identidad
no como aquello que se tiene como propietario sino aquello que se porta a la
manera de un ropaje sobre un cuerpo como lugar de afectaciones que puede ser
habitado por infinidad de narraciones.
Si partimos de la idea de que uno no es, la
pregunta obligada sería, ¿por qué correrse de la idea de sujeto? Y una de las
respuestas posibles tendría que ver con ubicar ese corrimiento como un ejercicio realizado en clave política para
sacarle los puntos a las íes conocidas y poner esos puntos a modo de acento,
atención, en otro lado. Pasaje propuesto a la idea de acontecimiento en
la vida de cada uno, porque ese acontecer
implica una posibilidad de pensar anónimamente, sin ideas directrices que nos
piensen gratuitamente porque hemos sabido reconocerlas como habitantes en
nosotros, y oponemos resistencia.
En la práctica del intercambio de nombres sucedieron
cosas interesantes, se suscitaron preguntas. ¿Qué pasa cuando no se tiene
nombre?, ¿se narra una historia que se aposenta como aquella posible para ese
imaginario?,¿se narra en primera o en tercera persona?, ¿quién soy cuando me
toca habitar un lugar que no es el mío?, ¿cuán apropiados estamos de
aquello que creemos nuestro? Sin número de sensaciones inusitadas al escucharme
sin ser yo en el relato de otro sobre aquel otro que he devenido.
Producción de subjetividad
como movimiento que implica multiplicidad de operaciones, en relación
con lo impersonal, puesto que apunta más a los actos fuera de la de idea de un
sujeto, donde importan las acciones (verbos) y modos (adjetivos y adverbios),
porque, nunca está de más recordar, lo que hacemos, se hace y nos hace, eso
como acontecimiento que implica una posibilidad (a modo de
disponibilidad corporal para que eso suceda), que nos acerca a la idea de fuga
y a la disolución de algunas categorías consolidadas.
Introducción a la idea de grupalidad como
habla colectiva en tanto anónima porque allí importa lo que acontece y no lo
que es. Ese acontecer como singularidad que discontinua una continuidad que
sigue sucediendo. Invitación a pensar lo grupal como una serie infinita
de narraciones que se ponen en juego
No hay comentarios:
Publicar un comentario